Este pequeño espacio con envolventes planas, sin grosor, producido con materiales domésticos, pretende poner en crisis el lugar de la exposición en la que está expuesto. Un geometría completamente ajena a todo lo que le rodea, una ligereza que habla de un espacio que parece de papel, materiales perecederos conformando una estructura flexible y articulada... El contraste de concepto, forma y peso con la sala que lo contiene es lo que traslada al espectador a otro lugar distinto.
Un pequeño "museo" dentro del propio "museo" desde el que se desprende luz que juega con las paredes de la instalación a extender este espacio con sus luces y sombras al resto de la sala de exposiciones.
Con la colaboración de Manolo Caridad, sin el cuál hubiera sido imposible y con el que me lo he pasado en grande... Muchísimas gracias Manolo!!!